El regreso de Amaru: la historia de una gran recuperación en MiniHollywood Oasys

Durante este verano, una historia se desarrollaba en silencio en el desierto de Tabernas. Pocos lo sabían, pero en MiniHollywood Oasys todo un equipo vivía con el corazón en un puño.
El protagonista: Amaru, el joven león africano de la reserva zoológica, que de un día para otro dejó de comportarse como siempre y ya no quería salir al exterior.
“¿Dónde está el león?”, preguntaba todo el mundo, mientras sus compañeras Nayara y Zafira -las leonas del parque- salían a disfrutar del sol y a recibir, como cada día, a sus visitantes. Algo no iba bien.
Las primeras pruebas revelaron un problema digestivo poco común. Lo que parecía un episodio leve pronto se convirtió en un desafío veterinario de gran complejidad: una obstrucción gástrica provocada por cuerpos extraños que llevaban meses alojados en su estómago.
La situación era grave, ya que su hermano de camada había fallecido el año anterior por el mismo motivo. Ambos habían ingerido el material plástico de un enriquecimiento que le habían puesto para jugar en el zoológico de procedencia.
Sin perder un instante, el equipo veterinario de MiniHollywood Oasys apoyado por un equipo multidisciplinar de veterinarios externos realizó varias exploraciones y pruebas de diagnóstico, que confirmaron la presencia deuna gran masa que bloqueaba el funcionamiento del estómago.
Se intentó primero una gastroscopia, pero resultó imposible extraer el material, era demasiado grande. La única opción viable era una gastrotomía, una cirugía mayor en grandes felinos que exige precisión extrema.
Durante más de dos horas y media, el equipo trabajó en perfecta coordinación. Finalmente, lograron extraer dos enormes masas de plástico negro de casi un metro de longitud que obstruían por completo la salida del estómago. La operación fue un éxito, pero el camino hacia la recuperación sería largo.






A las pocas horas, Amaru empezó a lamer la herida quirúrgica con insistencia —un gesto instintivo que, en un león, puede tener consecuencias graves debido a la fuerza abrasiva de su lengua, casi como si fuera una lija—. En cuestión de horas, la sutura se abrió y fue necesaria una nueva cirugía de urgencia. El mismo episodio se repitió una segunda vez.
Para evitar que la herida volviera a abrirse, se aplicó un protocolo de sedación controlada y se estableció vigilancia permanente, incluso durante la noche, mediante videovigilancia. Cada vez que intentaba lamer la herida, sus cuidadores acudían a corregirlo o reforzar la sedación para proteger su abdomen.
Fueron semanas de desvelo y paciencia. El equipo veterinario y sus cuidadores pasaron incontables horas junto a él, animándolo a comer cuando apenas tenía fuerzas. Se le ofrecía carne troceada en una caña larga, acercándola suavemente a su hocico para que no tuviera que levantarse. Incluso se le encargó un tipo especial de agua de baja mineralización para cuidar sus riñones, que empezaban a resentirse por la medicación prolongada.
Amaru llegó a someterse a seis anestesias en apenas un mes, enfrentando complicaciones que pusieron a prueba su fortaleza y la del equipo. Pero su espíritu luchador nunca decayó.
Gracias a su juventud y a su excelente condición física, su cuerpo respondió. La herida terminó cicatrizando, los riñones se recuperaron y el apetito volvió. Poco a poco, Amaru volvió a rugir.



Hoy, disfruta del sol del desierto junto a Nayara y Zafira, tan curioso y vital como siempre. Su historia, que comenzó con incertidumbre, se ha convertido en un símbolo de superación, trabajo en equipo y amor por los animales.
“Cada recuperación es especial, pero la de Amaru nos ha recordado que detrás de cada éxito hay esfuerzo, emoción y mucha pasión por lo que hacemos”, destaca el equipo veterinario de MiniHollywood Oasys.
La importancia de una vida para la supervivencia de toda una especie
La vida de Amaru va más allá de su recuperación. Nació el 5 de julio de 2023 en el Zoológico de Leipzig (Alemania) y llegó a MiniHollywood Oasys en enero de 2025 como parte de un Programa Europeo de Cría en Cautividad de Especies Amenazadas (EEP).






Sus padres, Kigali, del zoológico de Beauval (Francia), y Majo, del zoológico de Basilea (Suiza), también forman parte de este programa internacional que busca mantener poblaciones genéticamente saludables de leones africanos, una especie catalogada como Vulnerable por la UICN debido a la pérdida de hábitat y la reducción de sus poblaciones naturales.
En el corazón del desierto de Tabernas, entre cientos de animales y escenarios de película, la historia de Amaru se ha convertido en un ejemplo de dedicación y esperanza.
Ya completamente recuperado, su caso ha sido un gran aprendizaje para sus cuidadores y para todo el equipo de MiniHollywood Oasys, reafirmando su compromiso con la conservación y el bienestar de los animales de la reserva zoológica.
¿Quieres conocer más sobre Amaru? Puedes visitar su ficha aquí.



